El Rastro de Madrid... todo un clásico

Después de 2 años conociendo Madrid, al fin he conocido El Rastro.

Para quién no sepa lo que es... El Rastro es un pedazo de cacho de trozo bestia y a lo grande de mercaillo de Domingo. El nombre le viene de que, antiguamente, esa zona era el matadero de Madrid y de transportar a los animales de un lado a otro quedaban "rastros" de sangre... desagradable eh?!...

Al ser verano y haber mucha gente de vacaciones, no es necesario despertarse el Domingo a las 9 de la mañana para disfrutar del Rastro sin demasiadas aglomeraciones, aunque pegaba un sol de justicia.

Qué decir del Rastro... es la esencia pura del Madrid más castizo. Los bares huelen a "fritanga" y calamares, todo se vende-compra-cambia... los chiquillos con los cromos (y con sus padres para asegurarse de que no les timan)... un puesto de cerraduras... otro de artículos y artilúgios para fabricar vino... cámaras fotográficas antiguas... ropa barata (si lo sé me gasto el dinero que me he gastado en rebajas ahí... me habría llevado un chiringuito entero!)... en definitiva, lo que más me ha gustado del Rastros ha sido el ambiente.

Una vieja con un organillo vendiendo cualquier cosa, una zona de mascotas donde nos regalaban un gatito recién nacido... (qué difícil es negarse cuando ves una criaturita tan chica y graciosa!)... unas cañitas para refrescarse... otro rato mirando puestos... otra cañita para refrescarse... un par de compras... una cañita más... qué calor que hace!... xDDD... camisetas con mensajes graciosos (tales como "Durex, connecting people" o "me faltan 2 p'a hacer un trío"... una de estas será mía... lo prometo).

Me quedo con 2 cosas:
1.- Haber saboreado el Madrid más tradicional.
2.- La promesa a mí mismo de volver cuando acaben mis vacaciones... (empiezan el Viernes!!!)

Este humilde "recién gato" recomienda encarecidamente visitar El Rastro... es toda una experiencia...

Agur!